Líquido de frenos: para qué sirve

El líquido de frenos es importante para que funcione el sistema de frenado de los vehículos. Su principal función es transmitir la fuerza desde el pedal de freno hasta los frenos de las ruedas, generando la presión necesaria para detener el vehículo. Al ser un fluido hidráulico, no es comprimible, lo que asegura una respuesta inmediata.  

Además, tiene propiedades anticorrosivas y es resistente a altas temperaturas, evitando la formación de burbujas de vapor que podrían comprometer su eficacia. Mantenerlo en buen estado es esencial para la seguridad del vehículo, ya que cualquier degradación puede inhabilitarlo y aumentar el riesgo de accidentes. 

Cada cuánto se cambia el líquido de frenos? 

El líquido de frenos debe cambiarse regularmente para mantener la eficacia del sistema de frenado. Generalmente, se recomienda realizar este cambio cada dos años o cada 40,000 kilómetros, aunque esto puede variar según el tipo de vehículo y las especificaciones del fabricante.  

Además, puede contaminarse con partículas y residuos que afecten su rendimiento. Realizar su cambio como parte del mantenimiento preventivo es crucial para asegurar una respuesta de frenado óptima y la seguridad en la conducción. 

Qué pasa si no se cambia 

Si no se cambia según las recomendaciones, pueden surgir varios problemas que afectan la seguridad y el rendimiento del vehículo: 

• Reducción del Punto de Ebullición. Absorbe humedad con el tiempo, lo que disminuye su punto de ebullición. Esto puede causar la formación de burbujas de vapor en el sistema, provocando una pérdida de eficacia en el frenado, especialmente en condiciones de frenado intenso o prolongado. 

• Corrosión del Sistema de Frenado. La humedad y las impurezas pueden causar corrosión en las partes internas del sistema de frenado, como las líneas y los cilindros. 

• Desgaste Prematuro de Componentes. La acumulación de residuos y contaminantes en él puede acelerar el desgaste de componentes clave del sistema de frenado, reduciendo su vida útil y aumentando los costos de mantenimiento. 

• Frenos Esponjosos o Ineficaces. La presencia de aire y humedad puede resultar en una sensación esponjosa, donde el pedal se siente blando y la respuesta de frenado es menos precisa. 

• Mayor Riesgo de Accidentes. En situaciones críticas, la falta de su mantenimiento puede llevar a una disminución drástica en el funcionamiento de su sistema. 

Líquido de frenos: testigos parpadeando 

Si sus testigos están parpadeando, indica un problema crítico en el sistema de frenos que requiere atención inmediata. Este parpadeo puede señalar que el nivel es bajo, por una fuga o por el desgaste de las pastillas de freno.  

También puede indicar un mal funcionamiento del sensor o una posible contaminación del fluido. Ignorar esta advertencia puede comprometer seriamente su funcionamiento, aumentando el riesgo de accidentes. Es importante detener el vehículo de forma segura y revisarlo, recargándolo si es necesario y reparando cualquier daño. 

Cómo saber si está en mal estado 

Para saber si  está en mal estado, hay varios indicadores a tener en cuenta. Primero, verifica su color: uno nuevo es claro o ligeramente ámbar, mientras que uno oscuro o turbio indica contaminación y posible degradación.  

Después, presta atención a la sensación del pedal; si se siente esponjoso o menos responsivo, puede ser señal de aire o humedad en el sistema. También, observa los intervalos de mantenimiento recomendados por el fabricante; si ha pasado más tiempo del sugerido sin cambiarlo, es probable que esté deteriorado. Por último, algunos talleres pueden realizar pruebas específicas del punto de ebullición para determinar su calidad. 

Qué pasa si lo lleno de más o menos 

Si se llena demasiado, puede causar presión excesiva en el sistema, lo que podría dañar sus componentes, como las juntas y los sellos. El exceso también puede derramarse, causando corrosión y otros daños en las partes circundantes del vehículo. 

Por otro lado, si el nivel está demasiado bajo, el sistema puede perder eficacia, provocando que los frenos se sientan esponjosos o menos responsivos. Esto aumenta significativamente el riesgo de fallos en el frenado. 

Precios 

El precio del líquido de frenos en España varía según la marca y la calidad del producto. Aunque, una botella de 500 ml oscila de media entre 8 y 20 euros. Las marcas más reconocidas y los de alto rendimiento, como los utilizados en vehículos deportivos o de alta gama, tienden a estar en el extremo superior del rango de precios.  

Además del precio del producto en sí, es importante considerar las tarifas del servicio de su cambio en un taller, que puede variar entre 40 y 100 euros dependiendo del establecimiento y del modelo.